jueves, 6 de marzo de 2008

¿Una plaga o especie en extinción?

Eduardo Manostijeras, El Señor de los Anillos, Forrest Gump, El sexto sentido, La princesa prometida (sí, la que hace Colombo), V de Vendetta, La vida de Brian, Battle Royale, Kill Bill, Contact, Pesadilla antes de Navidad, Tesis, el Padrino, y por supuesto, clásicos como Star Wars, Spiderman, Matrix, Blade Runner… Éstas son algunas de las 100 películas más freaks de la historia según publica la web oficial Orgullo friki. Algunas de estas películas son del agrado de muchos de nosotros, y por ello, ¿debemos considerarnos unos freaks? ¿O realmente el movimiento freak ha dejado de ser un fenómeno minoritario? Como podemos observar, el fenómeno freak se está reproduciendo a un ritmo vertiginoso. Existe hasta el Día del Orgullo Friki, el 25 de mayo. Para el que quiera reírse un rato, puede consultarse una especie de biblia o manual friki en la página Orgullo Friki.

Hoy por hoy ponemos más etiquetas que en un supermercado. Por eso la denominación freak está cada vez más en auge: “debo ser diferente a los demás, porque de no ser así, me estaría identificando con la mediocridad y la masa sin criterio”. Antes ser freak podría considerarse una vía de escape a lo común, poco original y no atrevido, pero ahora cada vez menos.

Friki, friqui, frik o freaki proviene de término inglés freak, que significa extraño, extravagante o estrafalario. Se dice de la persona interesada u obsesionada al menos con un tema, afición o hobby en concreto, y el cual se considera o es considerado un fanático de ello. Al menos esto dice Wikipedia, la enciclopedia del siglo XXI. Acostumbramos a utilizar la palabra freak como muletilla. Cada vez que algo nos resulta extraño, estrambótico, no habitual o anormal (en función de lo que cada uno considere normal) decimos que algo es freak.


Resulta graciosa la clasificación de freaks que establece Wikipedia. Encontramos desde freaks de la lingüística (apasionados con el significado de palabras de poco uso, extrañas, raras, malsonantes o extravagantes), los cómics, los cosplayers, televisión, juegos de rol, animación, hasta aficionados al deporte.

Actualmente el fenómeno freak también está muy presente en la televisión. El Neng, Chiquiliquatre, la niña de Shrek, el Gilipollas, Carlos Jesús, Carlitos (precursor de obviedades como “si no estás dentro, es que estás fuera”) ... Y suma y sigue. La masa busca esto: lo freak, la carnaza, la risa fácil. En menor o mayor medida, todos formamos parte de este círculo vicioso, y en un momento u otro de nuestras vidas, hemos consumido este tipo de productos, ni que sea para criticarlos y sentenciarlos.

En resumen, lo freak, kitsch y marginal se acaban pareciendo más de lo que nos pensamos. Para Theodor Adorno, el arte debía ser subjetivo, cambiante y orientado contra la opresiva estructura del poder. Él afirmaba que el kitsch es una parodia de la catarsis y también de la conciencia estética. ¿Acaso no resulta esta afirmación un denominador común para definir qué es freak, kitsch y marginal? Sin ir más lejos, la escena de la lluvia dorada en la película Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, de Almodóvar, reúne características de estos tres estilos: es freak, marginal y kitsch. Además, la escena que protagoniza Alaska es cutre de por sí y poco creíble. Una mujer no puede orinar expulsando el orín con la misma presión que un hombre… Así pues, creo que aquí la única intención era la de provocar y ridiculizar, sin más.

Estas formas de expresión artística (al menos así lo considero yo, aunque soy consciente que muchos no lo verán así) buscan romper con la estética tradicional y se convierten en estilos provocativos, ridículos y de denuncia social, en muchas ocasiones. Porque todavía no se estudien en los libros de arte no deben ser infravalorados y menospreciados. Son formas recientes de expresión, del siglo XX y del que hace escasos años acaba de comenzar. Tiempo al tiempo para que las nuevas corrientes sean reconocidas igual que en su momento lo fueron el romanticismo, el realismo, el cubismo, el pop art, el expresionismo o el naïf, entre otros.

5 comentarios:

Maria Àngela dijo...

Sí que tens raó, sí: en un moment o altre tots hem consumit aquests productes considerats frikis... per tant, no deu ser que tots som una mica frikis? De fet, algunes de les pel·lícules que dius estan entre les que més m'agraden... (La vida de Brian nooo, que me va pillar en un moment de mala llet!).
Però, a més, aquells que volen apartar-se de tot el món friki l'utilitzen per divertir-se, mirant vídeos del Youtube o seguint els programes d'on surten. Acaben vivint-ho igual, no?

Ah, i en Carlitos va ser una autèntica revolució. Degué ser es meu primer friki. Si no hagués estat que ens queia una mica lluny, tot l'institut d'Artà hagués creat un club de fans d'en Carlitos.

Per cert... quins criteris deuen seguir per qualificar una pel·lícula de friki?

Tomás dijo...

Creo que esa clasificación mezcla churros con merinas. Sigue algo así como un manual de como apuntarse a la moda de forma retroactiva. Desconozco el grado de distorsión de nuestra perspectiva actual y como eran considerados algunos productos en el momento de su lanzamiento. El humor inglés era refinado, quizás ahora para muchos es freak. Aquel que ve un film clásico es un freak también, dicen algunos. Hemos perdido el oremus.

El freakismo como el kitsch, cuando es reconocido como mentira se encuentra en un contento de no-kitsch y de no-freakismo. Pierde autoridad y se vuelve enternecedor. Ya decía Kundera: "Ninguno de nosotros es un superhombre como para poder escapar por completo al kitsch".

Gemma dijo...

Jo no crec que sigui una plaga... només que un mot qua abans s'utilitzava per designar "la mujer barbuda", "el hombre bala" i altres rareses dels circs ara ho denomina tot: les rareses com el "Pozí", les pel·lícules que abans s'anomenaven de culte, els obsessius d'una matèria... tot. Més que un enriquiment d'una "espècie" jo ho considero un empobriment del llenguatge.

Em pregunto, igual que Maria Àngela, els criteris que segueixen... Ja em diràs què té a veure El Padrino amb Star Wars o Eduardo Manostijeras...


Salut!

Sam dijo...

No olvidemos que el término "freak" significa extraño o extravagante, y que, por sí mismo, no debería poseer ninguna connotación negativa. “Friki” es una palabra que se está usando indiscriminadamente, tanto para describir a un fanático de la ciencia ficción como a un transexual que se pasea por los platós de televisión (y ya me diréis qué tiene que ver uno con otro). El “friki” al que le gusta el cine de culto y jugar a rol, por ejemplo, no tiene por qué ser un sociópata o un “tío raro”, simplemente es una persona con imaginación y un mundo interior rico que le permite disfrutar con productos culturales que al resto le pueden parecer absurdos. El otro tipo de “friki”, en cambio, es una persona usualmente estúpida que deja explotar su estupidez a cambio de unos minutos de gloria. Sigo sin ver la relación, tal vez habría que inventar un nuevo término…

escarabajocosmico.wordpress.com

Thehype dijo...

¿Velocidad es lo mismo que tocino? ¿Alguien al que le gusta echar una partidilla de rol de 3 horitas, un friki light, puede admitir que le metan en el mismo saco en el que está el esperpento de Rodolfo Valentino-Chiquilicuatre? ¿Cuándo el término friki se diluyó de esta manera? ¿Cuándo perdió su sentido original? ¿Cuándo el festival de Eurovisión perdió la poca decencia que le quedaba?