viernes, 29 de febrero de 2008

PARECIDO RAZONABLE

Ya ha pasado bastante tiempo desde que vi la película El laberinto del fauno, pero el otro día ojeando el libro La fotografía del siglo XX, de la editorial Taschen (precios bastante económicos), me vino a la cabeza uno de los personajes del film.


El Hombre Pálido (izquierda) y Soledad del ciudadano (derecha)

Una de las fotografías de Herbert Bayer que incluye el libro, Soledad del ciudadano (1932), recuerda bastante al monstruo que da tanta grima o bien nos ha hecho reír a tantos: el Hombre Pálido, interpretado por Doug Jones. Sí, el que no tiene ojos en la cara pero sí en las manos. Mítica la escena en que se lleva las manos a la cara y sale tras Ofelia con gran furismo.

No sé si tendrá una conexión directa con la película y si a la hora de crear este ser se habrán inspirado en esta fotografía, pero a mí al menos me ha parecido curioso.

lunes, 25 de febrero de 2008

ABISMO ENTRE EL 'EGO' Y EL LECTOR


“ La nova crítica es distancia de la utilització interessada del corpus literari i abomina els tecnicismes i la retòrica professoral sense ànima, sovint poc comprensible i mancada d´interès pràctic”.

Esta es la afirmación del texto leído en clase que mejor resume lo que pienso acerca de la situación que vive la crítica cultural. A menudo nos encontramos con textos periodísticos que intentan darnos su visión sobre una exposición, un libro, una película o una obra de teatro de una forma terriblemente pomposa y aburrida. Por supuesto que alabo e insto a todo periodista a escribir textos de calidad, con ingenio y originalidad, recurriendo a un léxico preciso. Sin embargo, pienso que existe una especie de burbuja donde sólo tienen cabida “una colla de set o vuit crítics literaris”, como bien denuncia Isabel-Clara Simó. Se tiende al lenguaje enrevesado, espeso; a establecer metáforas y comparaciones que no cualquier lector puede asimilar y comprender. Cuanto más rara y menos conocida por el “populacho inculto” sea una palabra, mejor. Es más chic y así el ego crece y crece…

Creo que se pueden expresar ideas, opiniones y recomendaciones de una forma clara y conseguir al mismo tiempo un gran impacto con lo que estamos escribiendo. Claro que cada uno tiene su estilo y forma de escribir, pero no olvidemos para quien escribimos y quien nos va a leer. No mezclemos el papel de escritor y el de periodista. Son dos cosas distintas. El periodista ha de hacer posible que el lector entienda de que se está hablando y no alimentar al monstruo del perversismo de las peores mafias y élites culturales. ¿Nunca habéis acabado de leer un texto y os habéis quedado igual que estabais al principio? No sé, quizás sea yo la ignorante, pero no me importa decir que soy ignorante. Estamos aquí para aprender, empaparnos de lo máximo posible y a partir de ahí, empezar a jugar nuestro papel como futuros periodistas.

En conclusión, no sigamos alejándonos de la realidad del lector. No nos alejemos de quienes al fin y al cabo, nos dan o darán de comer. Y quien piense que no se puede “rebajar” al vulgarismo y mal gusto de los lectores, que se dedique a la literatura, que también es una buena opción. Así al menos podrán deleitar con los vocablos más exquisitos a sus estimados compañeros de su grupo de élite.

viernes, 22 de febrero de 2008

RUDIGGORE O LA NISSAGA MALEÏDA


Ruddigore o la Nissaga maleïda es una opereta gótica muy divertida y original donde las haya. Bajo la dirección de Joan Maria Segura, desde el 7 de noviembre los de la compañía EGOS Teatre actúan de miércoles a domingo a las 9,30 en el Teatro Versus de Barcelona.

La alcurnia de los Varones de Ruddigore está maldita. Todos los que heredan el título están obligados a cometer un crimen cada día si no quieren morir en terrible agonía. Una de las protagonistas, Rose Maybud (Anna Alborch) está desesperada por encontrar un pretendiente y casarse como sea; Sir Ruthven Murgatroyd (Rubén Montañà), más conocido como Robin Oakapple, es un joven granjero; Richard Dauntless (Albert Mora), un marinero Casanova muy dicharachero que encandila completamente a Rose; la sra. Hannah (Lali Camps), la tía de Rose y presidenta de la Asociación de Familiares de las Futuras Víctimas; Margaret (Maria Santallusia), una novia loca con un gran deseo de ser madre y un tanto lasciva; y Sir Roderic MurgaTroyd (Toni Sans), un varón maldito de Ruddigore con un poco de pluma… ¡Ah! Se me olvidaba el pianista (Francesc Mora), que también tiene su gracia en el desarrollo del musical.

Traición, ambición, resignación, locura, amor, grandes dosis de humor, ingenuidad, desesperación… Ruddigore es un musical en catalán hecho por y para los amantes del teatro a pequeña escala, no comercial. El hecho de que el casi escenario esté situado en medio de las dos mini graderías del Versus establece una conexión de complicidad con el público. El diálogo resulta ágil, ingenioso a la hora de encadenar las bromas e ironías entre los personajes. Eso sí, alguna que otra castellanada se les escapó (plaços en lugar de terminis, por ejemplo).

La técnica vocal de los actores es espléndida. Hay momentos en los que saltan, corren y aún así, mantienen la voz impecable en todo momento. Especialmente cabe destacar el personaje de Rose, una voz muy aguda y estridente que le va como anillo al dedo a su personaje, en ocasiones, desquiciante.

La manera en como los personajes se van incorporando a la acción sorprende bastante. Todos están presentes en la escena de principio a fin, y poco a poco irán interviniendo en el diálogo. Hasta el momento, sólo intervienen en las escenas corales y con intriga el espectador se pregunta cuando aparecerán. Especialmente divertidos son los personajes de Margaret y Richard.



Para los que estén interesados en verla, tenéis tiempo hasta el 2 de marzo en el Teatre Versus. Las entradas las podéis encontrar en http://www.atrapalo.com/ por 10 €, un precio bastante asequible.